No es un juego de palabras ni tampoco una mala redacción verbal. Es que hoy en Argentina amanecimos con una Ley Nacional de Paridad. Amanecimos con una Ley que contempla la Igualdad en un brazo constructor de la realidad como es el de la política. Los abrazos sororos y de igualdad de géneros despiertan profundas emociones de lucha. Hoy es transformación.
Este derecho alcanzado, en un clima de argentina de pérdidas de derechos, testimonia que cuando la causa es real y justa, se alcanza.
Pero la Argentina de hoy será otra. Porque materialmente veremos esta construcción social y política en las no tan lejanas elecciones del 2019. Será otra la Argentina no me caben dudas. Tenemos más de un año para que esta realidad trasvase todos los estamentos políticos e institucionales públicos y privados tan necesarios también para construir una verdadera igualdad.
Depende de nosotras esa construcción, de mantener la lucha en el día a día, en todo lugar y momento. Seguir abriendo debates, discusiones, visibilizando desigualdades en todos los ámbitos de nuestras vidas.
La Igualdad es una construcción colectiva, es un cambio cultural que nos debe involucrar a todas y todos. "Una y Uno" es un enorme paso que hemos dado en nuestro país como sociedad, suponiendo de un gran consenso colectivo representado por nuestras legisladoras y legisladores.
Nos quedan por conquistar muchos espacios y ámbitos de poder donde también es necesaria la Igualdad. Ámbitos como el de la salud, la educacion, la economía, la justicia, aún padecen de una mirada sesgada y en casos particulares misóginas. Es fundamental reconvertir estos espacios para producir concretas transformaciones que generen igualdad de oportunidades humanas.
La Igualdad es sine qua non la condición necesaria y esencial para que la democracia sea real y funcione correctamente.
Si nos ven sonrientes por la calle, sepan que es porque hoy somos Ley de Paridad. Sepan que estamos orgullosas. Sepan que estamos más fuertes. Sepan que nuestras luchas no van a claudicar. Sepan que las mujeres somos el poder de las mujeres. Sepan que somos Una y Uno.
